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El trabajo para atraer al turismo de cruceros ha partido generalmente de los consignatarios

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Entrevista a Miguel Puigserver, presidente de APEAM

Miguel Puigserver (1950, Palma) es licenciado en Derecho, consignatario, agente de aduanas y transitario. Actualmente, es el vicepresidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APM), el presidente de la Asociación Patronal de Empresas de Actividades Marítimas (APEAM) y del Colegio de Agentes de Aduanas de las Islas Baleares. Se trata, por tanto, de una de las voces autorizadas para hablar del turismo de cruceros y de su impacto en nuestra Comunidad.

 

¿Qué importancia tiene la actividad de los cruceros para la economía local?, ¿cuáles son los sectores profesionales locales con los que más trabajan los cruceros?

Los cruceros tienen una gran importancia en la economía de Baleares, ya que en la actualidad recibimos 1,6 millones de cruceristas al año, aproximadamente el 12% de los visitantes de nuestras Islas, con lo que ello conlleva en sectores como la restauración, el comercio, el transporte o puntos de atracción cultural. Hablamos de una media de gasto de 60 euros diarios por pasajero en tránsito, y ello sin contar con los que pernoctan aquí, puesto que en ese caso el gasto individual por día sería de unos 200 euros. Así, tenemos que hablar de un gasto total aproximado de más de 250 millones de VAB y 21 millones en impuestos, con generación de empleo (directa o indirectamente) para unas 2.800 personas.

Además, habría que añadir el gasto de la tripulación, pues unos 250.000 tripulantes de los cruceros bajan a tierra. En definitiva, un turista (y, por tanto, también un crucerista) es un amigo, como dice el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, Antoni Mercant. Tenemos que darles el valor que tienen, puesto que, como he dicho, benefician a la actividad económica desde muchos sectores. Y lo hacen en tiempo récord, pues los cruceristas que hacen escala en Baleares suelen estar en tierra entre 2 y 6 horas de promedio, y genera cada uno de ellos un promedio de 325.000 euros de VAB y 27.000 euros en impuestos.

 

¿Cómo ha evolucionado el sector de los cruceros en los últimos años?

La evolución del sector ha sido rápida, puesto que se trata de una oferta diferente y muy cómoda, ya que permite visitar distintos destinos sin problemas aeroportuarios y a unos precios muy asequibles. Además, la calidad de la oferta (en comparación, por ejemplo, con la oferta hotelera tradicional del mismo nivel) es muy superior en términos de gastronomía, actividades programadas, posibilidades de entretenimiento, etc.

 

¿Qué trabajo se ha hecho desde las instituciones para atraer a Palma el turismo de cruceros?

Debo decir que el trabajo para atraer al turismo de cruceros ha partido generalmente de los consignatarios, que han previsto la demanda del mismo, y han propiciado y conseguido que las instituciones (entiéndase, la Autoridad Portuaria) hayan creído en este producto, con beneficios múltiples para nuestra economía. Por ello, APEAM, con todos sus consignatarios, siempre ha tenido muy buena relación, muy fluida, con la propia Autoridad Portuaria desde 1995, que fue cuando empezó a crecer el sector.

Después, vino la transformación de los líners (transporte marítimo de línea regular) en barcos de crucero y el progresivo e imparable crecimiento de la flota. Y cabe subrayar el esfuerzo inversor de la Autoridad Portuaria, que ha sido y sigue siendo encomiable: en la actualidad Palma es el segundo puerto de España y el cuarto del Mediterráneo. Tampoco hay que olvidar, por otra parte, que la asistencia a ferias tuteladas por Puertos del Estado ha sido una constante en los últimos 20 años.

 

¿Cuáles son los meses en los que llegan más cruceros a Palma?

Son los meses comprendidos entre abril y octubre, si bien existe una cierta desestacionalización con los cruceros de base y algunos de tránsito que se mantienen todo el año. El período invernal (diciembre, enero, febrero) es el único realmente flojo. En todo caso, no debemos de olvidar que la gran demanda viene de la mano de la buena climatología, puesto que todos queremos y buscamos el buen tiempo. Debo significar, en todo caso, y pese a lo dicho anteriormente, que las infraestructuras para su acogida no se adecuan al ritmo de crecimiento de la flota, y por ello los puertos deben hacer grandes esfuerzos para atender esa demanda, aun cuando esa inversión es mucho más rentable para el propio destino (la ciudad) que para los propios puertos.

 

¿Qué suelen hacer los cruceristas en destino una vez que desembarcan?

Una vez desembarcados, los cruceristas tienen un amplio abanico de opciones y de posibilidades. Una de ellas son las excursiones: las hay de todo tipo, desde visitas a sitios emblemáticas de las islas, museos, cuevas, Valldemossa.. Otras opciones son paseos en bicicleta, actividades de montaña, las playas. En todo caso, en el caso de Palma, la visita a la ciudad (centro histórico, tiendas, restaurantes…) es la opción más mayoritaria.

 

¿Cuáles son las principales características de los turistas de crucero?

Son muy diversas. Los más numerosos son las familias, seguidos de las parejas. Personas que tiene la idea de disfrutar (como decía anteriormente) de un amplio abanico de posibilidades, de distintas ofertas que ofrece cada compañía para satisfacer toda tipo de gustos y necesidades. Así, el tipo de crucerista de cada barco es consecuencia de su oferta. Por ejemplo, los hay para diferentes edades, en algunos encontraremos muchos niños; en otros, en cambio, personas mayores… En general, como digo, dependerá el tipo de crucerista del estilo de oferta y del precio de cada compañía.

 

¿Qué opinión tiene de la propuesta de algunos partidos políticos y entidades para limitar el número de cruceros por día?

La limitación de cruceros por día que se plantea es una cuestión que merece un profundo análisis. Lo cierto es que está surgiendo lo que podríamos llamar “crucerofobia”, y creo que es una consecuencia más mediática que real. En cualquier caso, es algo que está ahí.

En destinos como Baleares, debido a su gran atractivo, existe una demanda constante y creciente, y alguien debe tener la culpa o la responsabilidad por la falta de previsión de los que nos dirigen para adelantar soluciones a las consecuencias de esta demanda creciente. Por ello, si adecuásemos las infraestructuras y la organización para evitarlo, esa “crucerofobia” no se daría. Y lo triste es que se estigmatiza al crucerista; incluso hay días sin crucero en el Puerto y alguna prensa local, publicando fotos de años anteriores, afirma que colapsan la ciudad, cuando la realidad de ese colapso puede venir por otras circunstancias ajenas a este producto turístico.

Como he dicho, los cruceristas son el 12% de los visitantes de estas Islas, con una afluencia de 700 cruceros al año. Si contemplamos esa posibilidad de reducción por la que me pregunta, tendría que ser generalizada. No se puede estigmatizar al crucero. Yo me pregunto: ¿Por cada barco que redujéramos deberíamos reducir 300 aviones? Los agravios comparativos en una sociedad como la nuestra no deberían producirse.

 

En Palma también se han establecido diferentes puntos de descarga para que los cruceristas lleguen a más zonas de la ciudad. ¿Cómo está funcionando esta iniciativa?

 

mallorca-turismo-crucerosEn Palma (uno de los destinos donde se produce esa queja de la que hablaba, a diferencia de Ibiza, Maó y Alcudia, donde los cruceristas son recibidos con los brazos abiertos) se está intentando paliar ese defecto que parece producen las aglomeraciones, e implantar distintos puntos de descarga.

En todo caso, el destino final de cualquier visitante es la Catedral y alrededores del Casco Antiguo, todo ello sin olvidar que el crucerista podría ser la gota que colma el vaso, pero de ninguna manera el problema principal. Palma, como muchas ciudades del mundo, tiene ese punto de atracción, donde se concentran los visitantes, como podría ser también la Quinta Avenida de Nueva York o Picadilly en el caso de Londres.

Esa iniciativa de distintos puntos de descarga es viable; de hecho, ya se ha iniciado. Un buen sitio sería el baluarte de las Avenidas: los turistas afluirían hacia el centro desde el lado este, pero el punto sigue sin estar habilitado, por lo que comentaba antes.

 

¿Qué opinión tiene de la ecotasa y de que los cruceristas tengan la obligación de abonarla?

Parto de la base de que a nadie le gustan las cosas gravosas. Pero entiendo que, una vez impuesta la ecotasa, al menos debemos saber que ese dinero recaudado se reinvierte en proporción en el sector que la paga, y que con ese dinero se adecuan infraestructuras, accesos, información, aseos (por cierto, no hay baños públicos). Se supone que la idea del impuesto es para paliar la erosión del impacto turístico. Por ello, deber ser compensado, con lo que esta industria paga. Otra vez, estamos ante un nuevo agravio comparativo.

 

¿Cuáles son las principales reivindicaciones de APEAM?

Desde APEAM, reivindicamos el reconocimiento a la labor de esos consignatarios que han contribuido de forma importantísimo a esos logros a los que me he referido. De la misma forma, respecto de la ecotasa, reivindicamos también que sirva para reforzar la seguridad ciudadana, puesto que los robos al crucerista son constantes. Otro aspecto a intentar paliar es el intrusismo del sector, empieza a ser alarmante debido a la laxitud de nuestro ordenamiento.

 

¿Es el sector marítimo estratégico para la economía balear?

El sector marítimo es estratégico en grado máximo. Somos islas y nuestra economía se sustenta en él. Es clave desde muchos puntos de vista: en el abastecimiento, para la conexión con la península y entre islas. Por otra parte, ya hemos hablado de los cruceros y su valor añadido en nuestro VAB. Además, nuestro turismo náutico supera la demanda de cualquier destino del Mediterráneo, si bien ese turista tiene más suerte que el crucerista, pues puede estar meses sin pagar un euro de ecotasa.

 

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