Seguro que a todos nos suena más y que ha crecido el interés por el formenterense Cap de Barbària después de su aparición en la película ‘Lucía y el sexo’; o que muchos hemos incluido en unas vacaciones soñadas a la Patagonia contemplar el océano desde el faro de la Península Valdés, como hacían los protagonistas de ‘El Faro de las Orcas’. Quizá necesite una película para que lo reconozcamos y conozcamos más, porque el Faro de Portopí, en Palma de Mallorca, es el tercero más antiguo del mundo en funcionamiento, después del Faro Linterna de Génova; y el segundo de España, tras La Torre de Hércules de La Coruña. Si usted, palmesano, o residente en Palma o en Mallorca, lo sabía, enhorabuena, pero seguro que somos mayoría los que desconocíamos esta información. Nadie es profeta en su tierra, según el refrán, pero al parecer, hay lugares, monumentos, escondites, auténticas joyas, que tampoco lo son.
El faro de Portopí actual data nada más y nada menos que de 1612, cuando la construcción del fuerte de San Carlos hizo que lo tuvieran que trasladar desde allí hasta donde se sigue encontrando ahora, más de 400 años después, en la Torre de Señales, para que los cañonazos que se disparaban desde el fuerte no hicieran añicos la linterna del faro. No obstante, según la documentación recopilada por los estudiosos de señalización marítima, su primera referencia aparece en el testamento del Rey Jaime II en el año 1300, en el que el monarca encomienda a sus sucesores el cuidado de este faro.
La Torre se llamaba así por su función antes incluso de que se instalara el faro, por la colocación de bolas que indicaban la procedencia y número de los barcos que entraban al puerto. Posteriormente se utilizaron banderas para dicha señalización, trabajo que desempeñaron los denominados “vigías” hasta 1971.
Del uso de aceite de oliva como combustible, pasando por la parafina hasta la electrificación en 1918. Y saltándonos muchos pasos de su historia, decir que en su interior se encuentra instalada una exposición permanente de señales marítimas que reúne una de las mejores colecciones existentes actualmente en Europa de material empleado en el alumbrado marítimo, según explica la web farsdebalears.es. Ópticas, aparejos, fotografías, archivos, planos… La exposición del faro está abierta al público desde el año 2004, si bien ha permanecido varias temporadas cerrado por obras de mejora y mantenimiento.
En 1972 el faro dejó de funcionar, porque el progreso lo hacía innecesario, y cinco años después, en 1977, se decidió volverlo a encender teniendo en cuenta su importancia histórica. En 1983 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. Según la información que proporciona el Ministerio de Fomento en su página web, en la actualidad la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), de quien depende el Faro de Portopí, “es reconocida nacional e internacionalmente por el meticuloso cuidado de sus faros, el trabajo de recuperación de la historia de los fareros y su legado y por contar con una de las más completas colecciones de material usado para la señalización marítima desde mediados del siglo XIX”.
La ficha técnica del faro dice que se trata de una torre de piedra de 38 metros de alto, 41 sobre el mar, y que la apariencia luminosa es de un grupo de dos destellos cada 15 segundos.
Los últimos datos de visitas que se tienen de él, de 2018, hacen referencia a sólo siete meses, desde junio a diciembre, ya que los cinco meses anteriores estuvo cerrado por reformas. Sólo 672 personas lo visitaron. Del total de visitantes de este año, el 79% procedía de Mallorca, el 11% del extranjero y el 9% del resto de España. Menos de un 1% de otras islas de las Baleares… Según Jorge Montañez, guía encargado del Faro de Portopí y del museo que alberga, lo que más llama la atención de los visitantes son “sobre todo las ópticas más grandes de los faros que tenemos, pero otro objeto curioso es una radio de galeno confeccionada por un farero para recibir emisoras de otros países durante la posguerra española”. Jorge lamenta que esta joya histórica, que en otros lugares destacaría en todas las guías y propuestas turísticas y culturales, “es un gran desconocido para los mallorquines. Pasa desapercibido para muchos. La gente se sorprende de la antigüedad del faro y de que sea el tercer faro más antiguo del mundo en funcionamiento aun hoy en día”…
Básicamente escolares y asociaciones de la tercera edad son los que más visitan el lugar.
Antes de esperar a que a algún cineasta lo utilice como escenario, lo que no estaría nada mal, quizá sería más factible un poco más de promoción de este monumento por parte de la administración pública, tanto en la propia isla, como en el archipiélago y en el resto de Europa. Como elemento patrimonial de gran importancia.
Mientras tanto, aquí les dejamos los horarios de visitas, por si este pequeño reportaje ha despertado el interés de alguno de los lectores. Pueden obtener más información en la web: www.farsdebalears.com
- Visitas gratuitas: de miércoles a sábado.
- Horario: 10h a 15h y de 16h a 19h de miércoles a viernes y de 10 a 15 horas los sábados.
- Duración: aproximadamente hora y media.
- Cita previa: es necesario concertar cita enviando un correo electrónico: fardeportopi@portsdebalears.com o en el teléfono 650 43 82 05.
