Según los datos del estudio impulsado por la Autoridad Portuaria de Baleares, generó en 2015 un Valor Añadido Bruto de 256,6 millones de euros y 5.733 puestos de trabajo
El turismo de cruceros es una realidad pujante en los últimos años, también en Baleares, y muchos son los prismas desde los que se puede medir su impacto. ¿Qué perfil tienen los cruceristas?, ¿por qué prefieren esa forma de viajar y conocer mundo?, ¿qué valoran en los destinos que visitan?
En este artículo, sin embargo, queremos centrarnos en un aspecto principal; los datos económicos que se derivan de los cruceros para las Illes Balears. La herramienta para ello no puede ser mejor: un estudio publicado en 2017, auspiciado por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), con la colaboración de su departamento de Planificación y Sostenibilidad, el Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de Mallorca y de expertos en Tablas Input-Output de la Universitat de les Illes Balears. El título, Estudio sobre el impacto económico de los cruceros en Illes Balears 2015.
Este estudio revela que considerando de forma conjunta los tres impactos (directo, indirecto e inducido), la actividad de cruceros de los puertos de la APB generó en 2015 en las Illes Balears 256,66 millones de euros de Valor Añadido Bruto, 21,27 millones de euros de impuestos netos sobre los productos y 5.733 puestos de trabajo.
Según la Memoria de la APB, en 2015 hubo 552.000 pasajeros de base (embarcan y desembarcan en Palma, puerto de inicio y fin de la travesía) que equivalen a 276.000 cruceristas. Conviene subrayar que el de Palma es precisamente el único puerto de base de las Illes Balears.
Según los datos aportados por las encuestas, el 21,9% respondieron que sí pernoctaron en las islas, y se estima una estancia media de 4,2 días adicionales, sin incluir el día de embarque o desembarque. El hotel es la modalidad de alojamiento elegida para el 82% de los cruceristas de base.
El gasto que los cruceristas de base dejan en las Illes Balears asciende a 39,57 millones de euros, desagregados en alojamiento (el 54%), en comercio (compras), en establecimientos de bebidas y restaurantes y en otros gastos. El gasto medio por crucerista de base, incluyendo estancia adicional, es de 155€.
En cuanto a los cruceristas de tránsito (hacen escala en Palma durante unas horas), en 2015 hubo 1,40 millones, de los cuales bajaron a tierra un 90%. Es decir, 1,26 millones de personas. La estancia media en tierra se estima en 4,1 horas. Asimismo, a través de las encuestas realizadas, se calcula que los cruceristas de tránsito gastaron en las Illes Balears 90,62 millones de euros. En comercio (compras) se gastaron 49,4 millones, lo que supone el 55% del total. Le sigue el capítulo de ‘Otros gastos’, que incluyen los alquileres de coches y bicicletas, galeras, taxis, buses, entradas a museos y a la Catedral y otros, por un importe de 20,1 millones de euros (un 22% del total); en establecimientos de bebidas y restaurantes, 15,7 millones de euros (un 17%); y en agencias de viaje y otras actividades anexas (excursiones), 5,5 millones de euros (un 6%).
Las encuestas reflejan también que el gasto medio de los tripulantes que visitaron Palma fue de 76€, con lo cual el gasto generado en términos globales asciende a 19,22 millones de euros. La distribución de este gasto total se distribuye en tres partidas: un 86% en comercio (compras), un 12% en establecimientos de bares y restaurantes y un 2% en ‘otros gastos’, que incluye alquiler de coches y bicicletas, galeras, taxis, buses, entradas a museos…