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“El turismo de cruceros es de calidad, civilizado y dinamiza toda la Isla, no solo Palma”. José Córcoles (Taxi Tour Mallorca)

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‘Visita la histórica ciudad de Alcúdia y conoce las tradiciones mallorquinas’, ‘Algaida, pueblo de historias, leyendas y tradiciones’, ‘La cultura, la historia y la naturaleza que caracterizan Artá’ o ‘Banyalbufar y sus grandes vertientes de uva malvasía frente al Mediterráneo’ son algunos de los atractivos títulos de las excursiones y experiencias que ofrece Taxi Tour Mallorca a los turistas visitantes, sobre todo a los que llegan en crucero, un tipo de turista que busca “belleza, cultura, historia, gastronomía”, según José Córcoles, taxista y miembro de Taxi Tour desde el año 2003.

“Ya era taxista antes y me gustó la forma de trabajar y lo que ofrece Taxi Tour, porque es mucho más divertido y disfrutas al mismo tiempo que los turistas, enseñando tu isla”, nos explica. “A veces incluso comes con ellos, te piden consejo sobre futuras estancias, y si salen contentos puede convertirse en un turista que vuelve, y eso también hay que valorarlo”, agrega.

Su trabajo es a puerta fría, porque si bien en Taxi Tour Mallorca se pueden concertar las visitas y planificar on line o por teléfono, en el caso de Córcoles va al puerto cuando sabe que vienen cruceros y allí ofrece sus servicios. “Es algo espontáneo, porque los cruceristas buscan a un taxista pero también a un guía, que no se quede con lo típico, que te pueda enseñar y te pueda llevar a esa parte más desconocida de la Isla”. Sus pasajeros suelen ser dos parejas que muchas veces ni se conocen entre sí, e incluso de diferentes nacionalidades.   Y si hay algún lugar preferente entre este tipo de turistas, ese es la Serra de Tramuntana, el “pequeño diamante en bruto” para José Córcoles con el que estos turistas quieren sacarle provecho a su estancia en Mallorca.

Define al crucerista como un turista curioso, que busca algo más: gastronomía, belleza, paisajes, cultura, tradición…

“Sacarle el máximo provecho al espacio corto de tiempo que tiene”. “Es un turismo de calidad, civilizado y que dinamiza toda la Isla, no solo Palma. Además, es un turista que hasta ahora disponía de alto poder adquisitivo”.

Por eso no entiende esa pequeña pero ruidosa corriente que ha protagonizado varios episodios de rechazo, la llamada oleada de “turismofobia”.

“La gente que no depende del turismo, o que no sabe, habla mal o critica que vengan tantos turistas y dice que la ciudad está colapsada creo que o bien lo hace por envidia o por desconocimiento. No se le pueden poner límites al turismo, esta Isla vive de él, y no se puede cortar su principal fuente de ingresos. El año que viene, si no vienen tantos cruceros, se darán cuenta”, aduce.

Y es que Córcoles, como sus compañeros, se muestra un poco pesimista de cara al futuro, ya que ahora en Mallorca “nos estamos beneficiando de unos turistas que no nos pertenecen en su totalidad”. Habla de lo cíclico de las tendencias del sector en sí, y de países competidores como Egipto, Túnez y Turquía como el principal “enemigo”, y cree que si no bajamos precios estos países harán daño a Mallorca, también en el turismo de cruceros.

“No podemos competir con ellos en precio, y esto es como una especie de volcán que está a punto de entrar en erupción. El año que viene, cuando estos países empiecen a reclamar todo ese turismo que han ido perdiendo por las situaciones de inseguridad que vivían, cuando compañías como MSC, Costa, Royal Caribean renueven sus rutas hacia allí, en Palma lo vamos a notar”.

Finalmente, José Córcoles también comparte con nosotros su experiencia como crucerista, ya que en su viaje de bodas realizó una ruta por Haití, Jamaica, México y Gran Caimán. “Fue una experiencia bonita, porque cada dos días visitas una ciudad y una zona distinta”.

 

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