Alex Fraile lleva toda la vida dedicada al turismo como guía turística, y gran parte de su actividad en Mallorca la realiza con turistas que llegan a Palma en crucero. Por ello, conoce perfectamente lo que hacen, lo que les gusta visitar, su perfil… Para ella lo más gratificante es
“poder enseñar mi tierra a la gente, todo aquello que Mallorca ofrece, la gastronomía, la cultura… Y darles otra visión muy distinta a la que a veces desafortunadamente tienen cuando llegan a la Isla”.
Forma parte del Colegio Oficial de Guías Turísticos de las Illes Balears, que se constituyó en 2012 y tiene como objetivos prioritarios la representación, defensa y promoción de los intereses profesionales, sociales, económicos y
culturales de sus colegiados; actuar de interlocutor representativo con las instituciones, autoridades y medios de comunicación y la creación, defensa y promoción de un código deontológico.
Desde su experiencia, afirma que el sector de los cruceros es básico. Para ella
“si no hubiera cruceros muchísimos de los guías turísticos de esta isla desgraciadamente tendrían que dejar de ejercer su profesión. Las excursiones de hotel están bajando cada vez más, y sin embargo las de cruceros están aumentando exponencialmente”.
El turista de cruceros es una persona “tremendamente respetuosa. Cuando baja tiene poco tiempo y muchas ganas de descubrir cosas. No genera problemas y realmente se interesa por ver y conocer qué es Mallorca y cómo se vive en Mallorca”. Entre los destinos preferidos de la Isla Alex Fraile explica que “Palma no es ni mucho menos la excursión preferida, no es la que más está saliendo ahora. Dentro del crucero hay gente que se queda en el barco, porque el crucero es propiamente un destino. Y entre los que bajan, muchos están optando por playas (Palmanova, Paguera, El Arenal…), otros por la montaña, Valldemossa, las Cuevas, excursiones en bicicleta, en moto…”. Por ello, concluye, “decir que los cruceristas colapsan Palma es un error”.
Respecto a la evolución de los barcos, señala que “al contrario de lo que mucha gente piensa los cruceros son tremendamente respetuosos con el medio ambiente y no contaminan. Cualquier coche que circule por la Vía de Cintura causa mucho más daño que los nuevos barcos, que son cada vez más eficientes y causan una menor contaminación”.